Photo by: Jordyn Rozensky
The U.S Border Patrol announced on Friday, September 21, 2018 that a new segment of Trump’s border wall will be imposed on El Paso’s historic Chihuahuita community. The new steel bollard wall will stand 18 feet tall spanning a four-mile area from just west of the Paso Del Norte Bridge and east to Fonseca Rd. Funding for this component of the overall border wall comes from congressional appropriations originally made in 2017. The contract was awarded June 1st of this year, without public consultation or oversight, and construction will begin immediately and is expected to be completed by late April 2019. This initiative to build a wall throughout the length of our southern border with Mexico is ineffective in addressing the issues it claims to, diverts funds from necessary infrastructure improvements needed at ports of entry, and further militarizes and divides communities on both sides of the border.
The Wall Will Not Make Us Safer
Border communities like El Paso, TX and San Diego, CA are already among the safest in the nation and no terrorist has been apprehended attempting to cross the southern border. The United States already spends a record amount of tax dollars on immigration enforcement, nearly $20 billion. This figure is higher than the budgets of the FBI, Secret Service, U.S. Marshals Service, and ATF, combined.
The Wall Will Not Stop Unauthorized Migration
The number of undocumented immigrants apprehended at the border has reached historically low levels. The spike in arrivals that we have seen in the last couple of years represents families and unaccompanied minors from Central America fleeing record levels of violence, political instability and poverty in that region. A wall will not address these drivers of immigration and funneling migrants into more inaccessible regions of the desert will make their journey more deadly. Many of these families and individuals arriving to ports of entry at the border are turning themselves over to immigration authorities in order to pursue legal asylum claims in the United States.
The Wall Will Not Fix America’s Drug Problem
According the DEA, most drugs are smuggled into the United States through legal ports of entry, not through the desert. A wall will not stop the flow of illegal drugs or address America’s substance abuse problem.
The Wall Will Add to Our Deficit and Divert Critical Infrastructure Funding.
Last year, the United States spent more than $19 billion in immigration enforcement and the President’s budget for 2017 tops out at over $20 billion. Agencies like the Border Patrol have seen their agents and budgets double in size since 2003. The Department of Homeland Security already spends $25 million annually to maintain nearly 700 miles of existing fencing on the border. Meanwhile, our ports of entry -- which promote travel, tourism and the interdiction of illegal drugs -- have $5 billion in unmet infrastructure needs.
HOPE’s Position
On his trip home from the US-Mexico border to Rome in 2016, Pope Francis said: “A person who thinks only about building walls and not building bridges is not Christian. This is not the Gospel.” Enforcement-only approaches to a broken immigration system, such as building an unnecessary and expensive wall, undermine the security and stability of communities throughout the border region. These policies separate families, criminalize immigrants and militarize our border. Hope Border Institute will continue to document and disseminate the human impact of these policies on our families and communities, and to help mobilize opposition to the border wall and its implications.
CALL TO ACTION!
Call or e-mail your Representative today to let them know that building an expensive, unnecessary wall on our southern border is the wrong thing to do! We should support policies that support thriving border communities, ensure family unity and maintain our commitment to refugees and asylum seekers.
Muro Fronterizo impuesto y extendido en el barrio histórico de Chihuahuita en El Paso
09-21-2018
Photo by: Jordyn Rozensky
La patrulla fronteriza de Estados Unidos anunció el viernes, 21 de septiembre del 2018 que un nuevo tramo del muro de Trump se impondrá en el barrio histórico de Chihuahuita en El Paso. Este nuevo muro de acero medirá 18 pies de alto y abarca cuatro millas justo al oeste del Puente Internacional Paso del Norte, al este de la Calle Fonseca. El financiamiento para este muro viene de el presupuesto del gobierno federal de 2017. El contrato para la construcción se finalizó este primero de junio sin consulta pública, y se espera que concluya la construcción para finales de abril del 2019. El plan para construir un muro en nuestra frontera con México es ineficaz en cuanto al cumplimiento de sus propios objetivos, desvía fondos necesarios para mejorar la infraestructura que tanto se necesita en los puertos de entrada, y militariza y divide aún más a nuestras comunidades de ambos lados de la frontera.
El Muro No Nos Hace Más Seguros
Comunidades fronterizas como El Paso, TX y San Diego, CA, están entre las ciudades más seguras en nuestro país. Ningún terrorista ha sido aprehendido intentando cruzar la frontera sur. Además, Estados Unidos ya invierte casi $20 mil millones de nuestros impuestos en inmigración. Esta cantidad excede los presupuestos del FBI, la DEA, el Servicio Secreto, los Marshalls y el ATF (el Buro de Armas, Tabaco, Armas y Explosivos) en conjunto.
El Muro No Eliminará la Inmigración No Autorizada
El número de inmigrantes indocumentados aprehendidos en la frontera ha alcanzado una baja histórica. El aumento en la llegada de migrantes que se ha registrado en los últimos años representa a familias, niñas, niños y adolescentes de Centroamérica que vienen huyendo niveles récord de violencia, inestabilidad política y pobreza extrema en esa región. Un muro no resuelve estos factores causales de la migración, y más bien orilla a las y los migrantes a regiones más inaccesibles, peligrosas y ultimadamente, mortales. La gran mayoría de las personas y familias que llegan a la frontera se entregan a las autoridades de inmigración dentro del marco del sistema legal para solicitantes de asilo en los Estados Unidos.
El Muro No Solucionará el Problema de Drogas en Estados Unidos
Según la DEA, la mayoría de las drogas entra de contrabando a los Estados Unidos por los puertos legales, y no por el desierto. Un muro no detendrá el flujo de drogas ilegales ni abordará el problema de abuso de sustancias en el país.
El Muro Aumentará Nuestro Déficit y Desviará Financiamiento Crucial para Infraestructura
En el año pasado, Estados Unidos gastó más de $19 mil millones en la implementación de leyes de inmigración. El presupuesto del Presidente sobrepasa los $ 20 mil millones para el 2017. Agencias como la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) crecieron al doble, tanto en agentes como en presupuesto, desde el 2003. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dispone de $25 millones al año para el mantenimiento de más de 700 millas de malla que ya existen en la frontera. Mientras tanto, nuestros puertos de entrada---los cuales promueven el turismo y la intercepción de drogas ilegales--necesitan más de $ 5 mil millones en infraestructura.
La Postura de HOPE
Durante su regreso a casa después de su visita a la frontera México-Estados Unidos en 2016, el Papa Francisco dijo: "Una persona que piensa sólo en construir muros y no construir puentes, no es cristiano. Esto no está en el Evangelio". La imposición de leyes bajo un sistema roto de inmigración, al igual que construir un muro caro e innecesario, no atiende nuestras necesidades de seguridad ni beneficia a nuestras comunidades. Estas políticas separan familias, criminalizan al migrante y militarizan nuestra frontera. El Instituto Fronterizo Esperanza seguirá documentando y difundiendo el impacto humano de este tipo de políticas en nuestras familias y comunidades, y movilizando conjuntamente con nuestros aliados la oposición al muro fronterizo y sus implicaciones.